«Andiamo» (en español «Vamos»), un nombre muy intrigante, este es el último mega yate construido por Baglietto, acaba de caer en el agua durante la puesta en marcha técnica antes de ser entregado a su propietario. Se trata de un barco de 48 metros de eslora total, que se mantiene bajo el límite de los 500 GT, con todas las ventajas burocráticas que esto conlleva.
Carena con desplazamiento y construcción del casco en acero y de aluminio para la superestructura, firmado por Francesco Paszkowski Design. El estudio florentino se hizo cargo tanto del exterior como del interior, en los cuales también estuvo presente el arquitecto Margherita Casprini.
El impacto estético está en línea con lo que cabría esperar de un nombre como Baglietto, que no significa necesariamente que las líneas sean clásicas, pero sí emblemáticas del estado de arte en el diseño de yates. Externamente es una evolución del modelo de 46 metros en el cual el puesto de gobierno ha sido proyectado hacia adelante, solución que es evidenciada por el parabrisas revés en proravia, una solución que proporciona una mejor visibilidad a través de la cubierta y a lo largo de las amuras de proa. Renovada también la zona de popa, con el ahora infaltable, club de playa, muy apreciado por los invitados.
Según la tradición de los astilleros de La Spezia, los volúmenes habitables y las superficies utilizables son abundantes. En «Andiamo», el propietario y sus invitados pueden contar con 340 metros cuadrados de superficie útil para la vida cotidiana. A esto se le agrega todas las áreas al aire libre, diseñadas para que todos puedan disfrutar de la proximidad al mar. Para dar una idea del tamaño, la única terraza dispone de 140 metros cuadrados diseñados como un club al aire libre con la zona comedor, sombreada gracias a un techo rígido, y equipada con parrilla y bar, un gran solarium en proravia y una piscina con cascada.
Adaptado a las necesidades que requieren los eventos de convivencia, también el puente superior tiene un área adicional de comedor en popa y una sala de cine, ubicado en el centro del buque, desde donde se puede asomar hacia al mar gracias a las dos terrazas que se abren.
Así como externamente Andiamo es, sin duda, un yate contemporáneo,también lo es en el interior. El propietario, un mexicano, ha pedido un estilo actual, pero está decorado con materiales refinados y preciosos, tales como el ónix y el ébano pulido. El punto de apoyo del proyecto es la escalera de caracol que conecta los tres puentes, completamente cubierta de cuero. En cuanto a las disposiciones no se consideró necesario alterar la eficiente planta clásica, con el puente inferior destinado a la zona dormitorio con las cinco cabinas de invitados. Los apartamentos de los propietarios están en la cubierta principal, en la zona de proa, con cuarto armario/vestidor y dos baños para él y para ella.
Las otras áreas de convivencia como el salón principal, comedor y área de conversación se encuentran en este puente y se puede acceder a ellos desde la bañera a través de una gran puerta corrediza que conecta el mundo protegido por la superestructura y los espacios al aire libre.
En la sala de máquinas, Andiamo aloja dos motores MTU 12V4000M63 capaces de empujar este 48 metros a la velocidad máxima de 16 nudos que se convierten en 12 cuando se navega a velocidad de crucero con el mejor equilibrio entre rendimiento y consumo de energía. Primer compromiso oficial del dueño, la celebración de un crucero de verano en el Mediterráneo y más tarde pasarela en los salones de Cannes y Mónaco.
