Alex Luther, 3.700 kilómetros en un esquí acuático en memoria de su abuelo. Una gran empresa romántica

Hoy, sábado 7 de julio a las 11:00, Alex Luther y el equipo Chasing Canguro llegan a Cervia y concluyen, después de haber navegado 3,699.3 kilómetros, un maratón comenzado en Tánger, África, que durò 10 días, 2 horas, 17 minutos y 36 segundos.

Es un sueño romántico el de Alex Luther que, a pesar de no haber nunca esquiado sobre el agua en su vida, quiere volver sobre las hazañas del abuelo Henry, el famoso defensor de esta disciplina en los años 70.

Henry Luter falleció cuando Alex tenía solo siete años, pero su memoria está tan viva y presente que Alex siente el instinto incontrolable de descubrir más sobre la vida de este atleta extraordinario.

Y así, a través del álbum de la familia, las banderas, los telegramas de felicitación, fotografías, artículos y recortes de periódicos, Alex aprende a admirar y amar al abuelo hasta el punto de decidir a emularlo en uno de sus mayores empesas: el maratón de esquí acuático.

Henry Luther había establecido este registro en 1970, cuando, partiendo de la punta de África y bordeando España, Francia, Mónaco y Croacia, había llegado a Italia después de viajar una distancia de 5010 kilómetros en 10 días, 5 horas y 36 minutos.

En esa ocasión, además del récord mundial, se había ganado, en Italia, el apodo de «Canguro», en honor a su origen australiano.

Alex Luther decide seguir los pasos de su abuelo, fundó el equipo de «Chasing canguro» y aprendiò a esquiar en el agua, sometiendose a una dura sesión de ejercicios que lo llevará hace sólo unos días, en Tánger, en la línea de salida de su maratón .

A acompañarlo en la empresa un Axopard 37 Sun-Top y un par de Mercury Verado V8 de 300 caballos de fuerza, record en el record, se habrán sometido a una dura prueba, vistos los promedios, muy altos, que Alex ha tenido diariamente.

Estamos en el orden de 370 kilómetros por día, o 200 millas náuticas, que se recorrieron a velocidades cercanas a los 30 nudos.

El hombre y la maquina, que juntos, han peleado un maratón donde todo está sujeto a un esfuerzo terrible. Para ayudarse a sí mismo con la compañía, Alex utilizó una columna vertebral que le permite no acumular la carga solo en los brazos, logrando así distribuir mejor el peso.

Cualquier cosa menos tranquilas las condiciones climáticas que el equipo, el barco y los motores han tenido que enfrentar en los últimos días. La cuarta etapa de hecho, ha visto una travesía «animado” del Golfo de León, pero, afortunadamente, todo se ha mantenido y Alex llego a Mónaco, en tiempo para ser recibido por el Príncipe Ranieri que le ha hecho sus felicitaciones personales.

Durante esta etapa, Alex ha esquiado durante 11 horas consecutivas. «Mi mayor desafío fue esquiar durante 7 horas, girar la cabeza y encontrar crestas blancas y olas de hasta 5 metros para darme la bienvenida», afirma Alex Luther «Fue realmente difícil encontrar la fuerza para continuar» En esta ocasión, el atleta sufrió un mal golpe en la rodilla y sus manos estaban cubiertas de ampollas.

Nosotros lo conocimos en el medio de su maratón, la primera vez que el equipo aterrizó en Italia, en Viareggio, donde llegó alrededor de las 14.00 del pasado sábado 30. Esta es el video que hicimos y que, más que cualquier palabra , logra decir lo que significa esquiar de esta manera:

Cuando Alex aterrizò, descubrimos a un hombre que, con la determinación necesaria para sostener un esfuerzo tan prolongado, combina una humanidad y modestia extraordinaria.

«Quiero agradecer a Axopar y Mercury por su apoyo durante todo el camino», dice Alex con entusiasmo “Agradesco, mi equipo, mi familia y mis amigos. Gracias a todos.

El maratón de Alex Luther