Es una alianza sin precedentes que ha determinado que Barcelona sea la sede de la 37ª Copa América, que se celebrará en septiembre y octubre de 2024. Para este resultado han colaborado numerosas entidades públicas y privadas, como la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona, el Puerto de Barcelona, la agencia de inversiones Barcelona Global y Barcelona & Partners, una iniciativa sin ánimo de lucro formada por más de 200 instituciones punteras de la ciudad que pretende convertir a Barcelona en una de las mejores ciudades del mundo en cuanto a talento y actividad económica.
El anuncio llega, tras un largo y competitivo proceso de selección, de la propia voz de Grant Dalton, CEO de Emirates Team New Zealand, Defensor de la America’s Cup.
«Barcelona es realmente una de las ciudades más reconocidas del mundo, por lo que tener la oportunidad de acoger aquí el mayor evento de vela de todos es extremadamente emocionante. Como Defensor de la America’s Cup, siempre hemos sentido la responsabilidad de hacer crecer el evento, el público y el deporte de la vela a escala mundial y, sin duda, tener el evento en una gran ciudad como Barcelona nos permitirá impulsar la trayectoria de crecimiento en la escena deportiva mundial. Si pensamos en la 37ª America’s Cup y en los AC75 que competirán a unos cientos de metros de la playa, el paseo marítimo y el pueblo de la regata de Barcelona, la participación de los aficionados será nada menos que espectacular.
Barcelona es una ciudad importante en términos de sostenibilidad e impacto social, y tiene la ambición de convertirse en la capital digital y tecnológica de Europa, por lo que la convergencia con la America’s Cup es muy clara. Las instalaciones existentes ya son de nivel internacional, perfectamente adaptadas para acoger regatas, bases de equipos, barcos e infraestructura técnica. Las zonas de la villa de la America’s Cup también son ideales para acoger tanto a los aficionados como a los medios de comunicación que llegarán en gran número desde todo el mundo.
Barcelona también fue elegida como sede de la 37ª Copa América por la consistencia de las brisas en septiembre y octubre, cuando el viento siempre sopla con una media de 9 a 15 nudos, ideal para la navegación y para que los AC75 rindan al máximo.
Al acoger este evento, Barcelona también se convertirá en la única ciudad del mundo que ha albergado tanto los Juegos Olímpicos como un evento de la Copa América.
