Frauscher 858 Fantom Air: 45 nudos sobrevolando el agua y Cannes le otorga honores como el barco más elegante.

Hacer una prueba en mar significa relevar datos – velocidad, consumo de combustible, planeo, tiempos de reacción – y luego impresiones de navegación: radio de despegue, navegación marítima, comportamiento del casco y vida a bordo. Una actividad que se desarrolla en mar, a bordo del barco que debe ser probado.

Por supuesto, incluso la prueba de un barco Frauscher, en este caso del 858 Fantom Air, forma parte de esta metodología. Además, con una dilatación fundamental de los tiempos. Debido a que es durante las horas pasadas, antes y después de la salida en mar, hablando sobre todo con Mauro Feltrinelli, importador de la marca austriaca en Italia, que se logra, entre una discusión sobre el papel de los influencer y el futuro del periodismo náutico, entre reflexiones sobre destinos marcados por los hechos y por las familias y una broma sobre la cocina francesa, para interceptar una visión general de las cosas que coinciden con la navegaciòn.

Mauro Feltrinelli, un descendiente de los Feltrinelli que por las zonas de Gargnano sul Garda durante décadas han construido, renovado, reparado y vendido barcos, aparentemente quería ser músico antes de quedar atrapado en la empresa de familia. Quién sabe si perdimos un nostrano John Coltrane. Lo que es seguro es que hemos ganado un profundo conocedor de barcos, que mientras empuja 45 nudos el Fantom en la Bahía de Cannes, te invita a mirar hacia el futuro, pero no se olvide de disfrutar el corte prismática de la borda, si se quiere interpretar correctamente el aspecto de la embarcaciòn. Seguridad y sustancia, estética y adrenalina, cuentas que deben ser claras, pero ningùn ahorros en equipos y calidad.

La trama Frauscher – Cantiere Nautico Feltrinelli responde a las reglas del negocio, pero es también una confluencia de visiones comunes sobre los barcos, mercado, y cultura del mar.

El Barco

El barco con el cual estamos navegando frente a Cannes es la reelaboración del anterior 858 Fantom cabinado, diseñado y construido por Thomas Gerzer, desde siempre encargado del departamento de desarrollo Frauscher, el ingeniero naval Harry Miesbauer, que diseñó el casco, y el design partner del astillero, el conocido Gerald Kiska, fundador del estudio homónimo. Los cambios a primera vista no parecen esenciales -el casco es igual que el de su predecesor-, pero subraya Feltrinelli, «crear un barco abierto ha significado volver a pensarlo y rediseñarlo».

El resultado es un open espacioso, que amplifica, en su percepción, sus dimensiones reales. Eslora de 8,67 metros, con una manga de unos dos pies y medio, al acercarse desde la popa, parece susurrar una invitación: «Sube, relajate y diviertete».

La plataforma profunda conduce a un área que consta de dos solarium por lado. Si no desea acostarse bajo el sol, llegará a la estación de comando con la plancha de control central, detrás del cual se colocan dos sofás. La cubierta termina avante de la consola, con otros dos sofás opuestos que pueden convertirse en otra zona solarium. En conjunto, es sobre todo la organización de los espacios a hacer tan habitable la cubierta del 858 Fantom, donde la ubicación de las àreas para tomar el sol y de los asientos se realizancon un cierto grado de armonía.

La cubierta, que es sin duda muy atractiva, tan claramente visible y limpia, no ha sido dañada por los toldos presentes, pero desaparecen en la estructura del barco cuando no están en uso.

Nota muy positiva es la cantidad de espacio entre estantes protegidos y armarios bajo los asientos, que este barco ofrece a su tripulación.

«Este modelo – dijo Mauro Feltrinelli – incorpora todos los conceptos fundamentales de Frauscher: la perfecta estabilidad en el agua, la fiabilidad durante los giros, gran rendimiento y sobre todo la gran disponibilidad de espacio de los modelos anteriores, aquí amplificada aún más. Al mismo tiempo, presenta características únicas: me parece particularmente sorprendente cómo los diseñadores han sido capaces de intervenir en un casco ya diseñado creando un concepto walkaround que se integra perfectamente a la parte inferior, por lo que parece parte del proyecto original».

Armonía, líneas deportivas, pero al mismo tiempo no agresivas, colores y los muebles de alto nivel, han pagado al astillero Austriaco con un importante reconocimiento, es decir la victoria del Concurso de Elegancia organizado por el Cannes Yachting Festival, que lo nombrò como la lancha ràpida más elegante del salón náutico en la categoría hasta 12 metros.

Y quièn no pudo descubrirlo en Cannes, tiene en las próximas semanas una nueva oportunidad, cuando el 7 y 8 de octubre, en la sede de Frauscher Italia-Cantiere Nautico Feltrinelli en Gargnano sul Garda, se llevará a cabo un open day.

Prueba en mar

Probamos el Frauscher 858 Fantom Air en una tarde agradable de septiembre con una ola corta y empinada. Donde las sensaciones del timón, coincidieron con las expectativas que nos habìamos creado cuando vimos el diseño de la proa, alta y aguda, y el ángulo del deadrise de 23 grados a popa. Pero fue cuando vimos el barco volar sobre el mar, en la noche siguiente, que nos dimos cuenta realmente de la belleza de sus lìneas, de la casi altanera actitud de la proa, siempre separada del agua, siempre empinada hacia adelante por una formidable elegancia.

Motorizado con un Mercruiser 430 hp – pero estàn disponibles otros dos motores, una siempre con un Mercruiser 350 hp y una con Volvo Penta de 300 hp – a 5000 rpm que mantiene constante 45 nudos de velocidad. Un rendimiento que Feltrinelli siente podría mejorarse: «La hélice montada en este motor necesita ser cambiada, da una aceleración excepcional, pero nos quita algunos nudos».

Y de hecho, acelerando, la recuperaciòn es muy fuerte. El empuje es inmediato y la entrada a la planada tiene lugar en menos de seis segundos. El Fantom asume inmediatamente su forma, no tiende a levantarse, y la obliteración lateral es imperceptible. Los efectos de la proa tan afilada son evidentes: el paso sobre la ola es suave y sólo cuando, por error, bajamos la potencia de repente en la llegada de una ola es que vemos la proa mojarse. Por lo demás, bajo todas las condiciones, estructuras y giros, la cubierta del Frauscher permanece siempre seca.

Llevamos a cabo una serie de curvas cerradas, con el barco que mantiene equilibrio y velocidad y, sobre todo, que no golpea sobre la ola, mostrando siempre las habilidades de transición suave, sin perder nunca el contacto con el agua, incluso con las olas más altas.

Buen consumo, que a 24 nudos tocan los 50 litros por hora a un régimen de 3000 revoluciones, pero que en desplazamiento, a 10 nudos, se detienen a 25 litros por hora.

Datos Técnicos

La prueba en mar se llevó a cabo en la bahía de Cannes, con 12 nudos de viento, mar agitado, tres personas a bordo, tanques de combustible y agua llenos.