Guidi, y lo «bello» de la nàutica

Cómo juntar el arte y la industria? ¿Cuál podría ser el vínculo entre los accesorios náuticos (piensa en una válvula, una toma de mar) y la instalación de un artista? Preocupando incluso Dostoievski podría decir que «Sólo la belleza nos salvará.» Parece pensarlo tambièn asì la Guidi de Grignasco (Novara), una de las grandes realidades en el panorama mundial del accesorio naval, que desde siempre lleva adelante un recorrido interesante de moderno patrocinio y la promoción de la «belleza».

En los últimos años la Guidi ha asombrados los visitantes de los principales salones náuticos de todo el mundo con producciones originales y artísticas de su stand. Esta vez la meta alcanzada es Portofino, con su doble identidad de barrio exclusivo y elegante, pero siempre marinera, por la historia y vocación. Exactamente en Portofino, en la terraza del restaurante «Pitosforo» lugar favorito de las personalidades de la moda, negocios, entretenimiento y con vistas al muelle que acoge desde los maxi-yates de todo el mundo a las embarcaciones pequeñas, la compañía quizo colocar una obra de arte de la colección Guidi, Surfin’ bird (en la foto, al lado Bruno Guidi).

Se trata de una escultura de Marco Lodola, instalación de luz que representa una lancha rápida y realizado en metacrilato, películas adhesivas y LEDs de alta luminosidad. El trabajo de Loyola, de gran belleza, quiere simbolizar el futuro y alcanza su máximo impacto visual cuando se ilumina, por lo que en la noche. La obra permanecerá expuesta en la terraza hasta el próximo 18 de julio y también es visible desde el muelle de la localidad.