Será el pròximo salòn nàutico de París, el escenario en el que Jeanneau presentará el nuevo Merry Fisher 1095, un barco que cumple con la creciente demanda de los clientes de la marca francesa: asociar al espìrito deportivo una lancha motorizada fuera de borda, al tamaño y las comodidades de un pequeño yate.
El Merry Fisher 1095 se establece entonces como la insignia de la gama, dado que para la primera vez se prueba a diseñar un barco de este tamaño con una propulsión fuera de borda. Una nueva combinación que, según el fabricante, facilita la facilidad de uso y garantiza un rendimiento excepcional.
Por su tamaño, el Merry Fisher 1095 no ofrece soluciones habitables inusuales. Ciertamente, no es habitual la puerta de corredera lateral, o la presencia de una tercera cabina en un barco que mide 9,95 metros de la línea de flotación, pero los diseñadores de la compañía francesa – que en este caso han trabajado con el Centowski & Denert Design, nos hemos acostumbrado a construcciones de larga data de cascos mucho más grandes en botes pequeños.
Diferente el discurso si consideramos el 1095 desde el punto de vista de un casco de propulsión con motor fuera de borda normalmente concebido para viajes cortos de un día. En este sentido, la estructura de la cubierta y los interiores parecen muy innovadores y, sobre todo, obviamente es un esfuerzo excepcional para optimizar los espacios.
A partir de la cabina del piloto, a la que se accede a través de dos plataformas al lado de los motores, equipada con un sofá en forma de L y una mesa para comidas al aire libre. Desde aquí, a través de una puerta corredera, ingresas al comedor. También en este entorno fue la organización de un espacio típico en barcos más grandes. Pero para que el resultado no sea una reducción simple y escalable, con efectos controvertidos, de un entorno más amplio, la apuesta que jugaron los diseñadores fue la de buscar un gran equilibrio. Y parece que tuvieron éxito, en correlación con los aspectos estructurales perceptiva a través de mucha luz que entra a través de las ventanas, una gran visibilidad al aire libre, y la inserción de módulos de muebles, tales como la cocina y el salón, a fin de no absorber todo el volumen disponible con el riesgo de limitar los movimientos a bordo.
El tablero de instrumentos es la configuración clásica con la interesante posibilidad de transformar el asiento de copiloto, que se convierte en otro asiento disponible para el salón.
Como se mencionó, la posición de conducción disfruta de la presencia de la puerta lateral a través de la cual se accede a los canales delanteros de estribor a lo largo de los cuales se alcanza el triángulo de proa. Aquí se encuentra el espacio una terraza discreta para dos personas. Un canal delantero del mismo ancho, bien protegida por el riel de acero, corre a lo largo de la amurada a babor.
A la izquierda del panel de control, està el acceso al área para dormir. Este espacio fue orgsanizado con dos cabinas y un baño, probablemente el mejor diseño, o con la presencia de una tercera cabina.
En la proa de Merry Fischer en 1095 se encuentra la cabina principal, tambièn llena de luz natural gracias a las ventanas horizontales cortadas en el casco, y con el acceso interno al cuarto de baño con ducha independiente.
Luego, en el centro del barco, la cabina de invitados y otro espacio que se puede enriquecer con una tercera cabina, área para dormir o estiba de materiales y comodidades.
El Merry Fisher está impulsado por dos fuerabordas de 300 caballos de fuerza máxima.
