Nor-Tech Boats, un astillero especializado en la construcción de cascos motorizados de alto rendimiento, lanza el casco número 4 del 460 Flyer, con un estilo full-custom.
Descrito por algunos como el Bugatti Chiron del mar, Daddy’s Caddy o el «condominio volador», personalmente, después de mi corta y dulce travesía por el Government Cut (canal de navegación artificial de Miami) en el Atlántico profundo y los giros chillones, sólo puedo definirlo con un doble sentido: ¡maravillosamente y brutalmente loco!
El estilo y las prestaciones se equilibran perfectamente entre las dos potencias como si estuvieran esculpidas por el viento; mientras que la Monza SP2 ruge sobre el asfalto, la Nor-Tech 460 Flyer se eleva sobre las olas como si flotara en las nubes del aire.
Presentado el pasado mes de noviembre en el Salón Náutico Internacional de Fort Lauderdale (FLIBS), la versión de embarcación de día cuenta con una acogedora zona de proa, perfecta para tomar el sol. En la popa, a diferencia de los tres modelos anteriores, el techo rígido fijo ofrece una excelente protección contra el sol.
Durante mi estancia en la bahía de Biscayne, bajo el puente del puerto de Miami, no dejé de mirar los dos Garmin situados en el lado izquierdo del puente. Sin quitar los ojos de los instrumentos, mientras observa cuidadosamente la velocidad y las revoluciones, el comandante noruego Per Michelsen me dice: «El barco se maneja bien y aguanta bien el mar. Es divertido. Es grande. En el verdadero sentido de la palabra, si se tiene en cuenta que, gracias a sus zonas separadas, puede albergar cómodamente hasta 25 personas que pueden disfrutar de tres zonas de sonido separadas. A los niños también les encanta y suelen bajar a la cabaña a hacer sus necesidades.
Por supuesto, mi «brutalmente loco» se refiere al rendimiento: ¡el Nor-Tech 460 Flyer se burla de las olas! Tanto si se trata de olas de metro y medio en todas las direcciones a lo largo del concurrido canal que divide South Beach de Fisher Island, como si se trata de una carrera de 67 nudos (123 km/h), las olas son simplemente imperceptibles. No hay sacudidas. No hay ruido. Sólo vuelo… ¡y muchas sonrisas!
Pero eso no es suficiente. Si siente la necesidad de superar los 70 nudos (128 km/h), puede incluso añadir un quinto fueraborda sobrealimentado. Sólo tiene que aumentar el cheque de 1,78 millones de euros (1,95 millones de dólares) necesario para comprar el barco en otros 49.000 euros y ¡listo!
Provocador, potente y divertido, el Flyer promete ofrecer el mismo símbolo de estatus que el Monza.
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