Pardo GT52: impresionantemente bello y rápido, así es como navega.

Pardo GT52: prueba de mar para la reina del design.

El gran éxito de la línea Walkaround de Pardo Yachts es evidente, y no sólo lo demuestra el número de embarcaciones vendidas, sino también, y sobre todo, el gran número de “intentos de imitación” existentes en el mercado, que, de nuevo llamativamente, no han logrado igualar el gran atractivo de esta espléndida serie.

Es una receta que combina hábilmente encanto y prestaciones, belleza y exclusividad, difícil de igualar, y de la que el astillero de Forlì evidentemente conoce los ingredientes ya que, con la llegada del nuevo Pardo GT52, revoluciona una vez más el diseño de un mercado en el que es indiscutiblemente una fuerza motriz.

Impresionantemente bello, rápido e innovador, el nuevo Pardo GT52 es la auténtica novedad de este año, algo que no podíamos esperar a tener en nuestras manos…

Pardo GT52, exterior e interior.

La prueba de un barco como éste debe comenzar necesariamente en el muelle. Por el contrario, uno no podría entender cómo, acercándose a ella y viéndola a tres cuartos de popa, a primera vista el corazón empieza a latir más deprisa: ¡es realmente hermosa!

Al subir a bordo, uno es recibido por la gran dinette exterior que, impensable para un yate de este tamaño, luce un enorme solárium que se convierte eléctricamente en un gran sofá en forma de U orientado hacia proa. Aquí, en el borde del salón, encontramos otros dos sofás gemelos de dos plazas que, juntos, crean un ambiente único donde de 10 a 12 personas, todas sentadas, pueden disfrutar de un aperitivo en compañía.

Pero las sorpresas no acaban aquí porque, basta con abrir las ventanas de la cubierta principal para que los límites entre exterior e interior desaparezcan por completo, creando un enorme espacio abierto donde disfrutar de la vida a bordo sin barreras. Se proponen dos versiones para el Pardo GT52, Galley up y Galley down, dos soluciones que permiten personalizar aún más la experiencia de vida a bordo colocando el bloque de cocina en la cubierta principal o en la cubierta inferior, respectivamente. La versión Galley down es mi favorita. Completa la cubierta principal, convirtiéndola en una auténtica terraza con vistas al mar, y crea una preciosa cocina americana en la cubierta inferior.

La cubierta de proa es una obra maestra del diseño, aquí el parabrisas invertido del Pardo 52 se encuentra con la cubierta enrasada y confiere una línea incomparablemente bella al barco, connotando también su vocación deportiva. El solárium de proa se inscribe literalmente en este contexto y en su conjunto ofrece un aspecto extremadamente refinado y lujoso.

En la cubierta inferior, encontramos el gran camarote principal en proa, que al tener la cama King Size en el lateral, consigue tener mucho espacio, tanto para pasarelas laterales como para un sofá de dos plazas. También hay un enorme cuarto de baño con acceso privado y cabina de ducha separada. En el pasillo hay un segundo cuarto de baño grande, que también tiene una cabina de ducha separada y cumple muy bien la función tanto de aseo de día como de cuarto de baño del camarote VIP. El camarote de invitados tiene capacidad para dos camas separadas y está equipado con un pequeño pero cómodo sofá.

Subiendo a la cubierta principal, a la que se accede a través de una entrada oculta bajo uno de los sofás, encontramos también una habitación dedicada al alojamiento de la tripulación, que, dado que el Pardo GT52 se maneja perfectamente solo, puede cumplir también la útil función de trastero.

Prueba en el mar del Pardo GT52

Salimos del puerto de Saint Tropez navegando al ralentí, somos 10 a bordo pero apenas lo notamos dado el mucho espacio disponible. Cerramos las puertas de la cubierta principal y, al instante, el silencio invade la sala, lo que nos permite hablar en un tono de voz normal. La insonorización es excelente, por lo que nos permite navegar largas distancias con la máxima comodidad.

Al acelerar, el Pardo GT52 entra inmediatamente en la senda de planeo y, ya a 12 nudos, deja una estela limpia que se ensancha gradualmente a medida que aumenta la velocidad. El trimado de la embarcación es óptimo, al igual que su visibilidad delantera, por lo que no será ningún problema explorar la superficie del mar y detectar cualquier obstáculo. Con estas características, el barco puede navegar con una gama infinita de velocidades de crucero, que van de 14 a 25/26 nudos. También es digno de mención el consumo de combustible, que, a pesar del considerable tamaño del barco, es muy, muy bajo. Independientemente de la velocidad, el consumo de combustible se sitúa siempre entre 6 y 7 litros por milla, con una autonomía de 300 a 350 millas, así no tendremos la molestia de llenarlo con frecuencia durante el periodo estival, una gran comodidad.

Pero ha llegado el momento de poner a prueba las proezas deportivas de este barco, así que, sin aminorar la marcha, a 25 nudos me desvío bruscamente hacia la izquierda. El Pardo GT52 se inclina y toma un rumbo muy estrecho por el que navega sin problemas. Contraviraje y el barco reacciona a la orden, se endereza y se inclina hacia el otro lado muy rápidamente, demostrando un manejo muy divertido. Nos mantenemos en este rumbo curvo hasta que nos encontramos con nuestras propias olas, que cruzamos con los canónicos 30 grados de inclinación, sin provocar prácticamente ninguna reacción, el Pardo GT52 levanta un poco la proa, luego la vuelve a bajar, en absoluto molesto por la presencia del obstáculo artificial.

Vuelvo a un rumbo recto y tiro de acelerador, el barco acelera con prontitud y pasa rápidamente de los 30 nudos, ajusto los trims y a 3.000 rpm alcanzo una velocidad máxima de 32,7 nudos, nada mal para un barco de este tipo.

Conclusiones

El Pardo GT52 navega realmente bien, tiene un casco que puede absorber el mar sin problemas, incluso cuando está agitado. Su suavidad también es notable, el casco nunca se arrastra, y así lo demuestra su bajísimo consumo de combustible. Su velocidad ideal está por encima de los 20 nudos, aquí el barco se “estira” en el agua y se expresa al máximo, convirtiéndose en una embarcación insospechadamente sensible y rápida a los mandos. Al navegar en línea recta, incluso a altas velocidades, se aprecia el alto nivel de confort que, dado el bajo nivel de ruido y la navegabilidad del casco, permite traslados fáciles y cómodos, incluso en largas distancias.

Rendimiento medido

Condiciones de la prueba: motor Volvo IPS 800, mar poco profundo, 12 nudos de viento, 10 personas a bordo, 90% de gasóleo, 60% de agua.

Datos técnicos