Un ballestrinque doble, contra la tensión

Un cabo travado, un muerto de poner màs corto , una línea de anclaje de hacer màs ligera . Las razones por las cuales en barco sea necesario  transferir la tensión de un cabo a la otra son innumerables.

El repertorio de los intentos que se ven poniendolos en pràctica es uno de los más variados, pero a menudo con pocos beneficios. Recurrir a un balestrinque doble es quizás la solución más eficaz .

Como se puede ver en el vídeo, este es uno de los nudos más fáciles de ejecutar y entre los más útiles, aunque si no se utiliza mucho por los navegantes .

Como se ha mencionado , el objetivo es aliviar toda la tensión de la cuerda, transfiriéndola a una segunda cuerda que una vez unida a la primera cuerda la pondremos en tracciòn con un chigre.

Para hacer un balestrinque doble se debe utilizar una cuerda que tenga un diámetro menor de la que està en tensiòn y realizar tres cotes con la parte corriente de la cuerda más pequeña, es decir, el lado opuesto es el que irá al chigre , alrededor de la màs grande.

El corriente pasa entonces sobre los tres cotes y debajo de sí mismo. El nudo se concluye. Amarrandose  se apretarà alrededor de la cuerda de dejar y serà posible ejercitar  qualquier tracciòn sobre la más pequeña, sin riesgo de que se safe.

En situaciones menos exigentes, a veces es suficiente  ejercer la tracciòn a mano, dar vuelta a la cuerda más pequeña y luego trabajar cómodamente en la que se debe liberar.

De lo contrario puede utilizar un chigre cuando la tensión de la cuerda de dejar es realmente muy fuerte.

Como todos los nudos, este tambièn proviene de la utilización que se le hacia en los barcos de vela, cuando los marineros tenían que zarpar con las gùmenas, que también podían tener diámetros de más de 20 cm, y luego recurrian al uso de cuerdas más pequeñas y manejables, unido al cable principal.

Al parecer, también dio lugar a un dicho todavía muy en uso hoy en día. El ballestrinque doble servìa para unir provisionalmente la parte superior de la gùmena de zalpar. A partir de aquí, cuando se hace algo no definitivo, aún hoy en día se dice que se “ballestrinca” algo.