Una ballena de 60 pies para cruzar el Atlàntico

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Tom McClean es un aventurero, en la medida en que aún es posible serlo en estos días. Abandonado en un orfanato cuando era niño comienza su carrera militar y durante diez años, muchos de los cuales pasados en Borneo, fue un paracaidista de la SAS. De vuelta a casa en Escocia, comenzò a hacer una vida civil, pero siempre manteniendo viva la pasiòn por las empresas particulares.

2En 1969, mientras que Armstrong ponìa pie en la luna, Tom McClean ganó el record de primer hombre que cruzò el Atlántico a remos, de oeste a este. En 1982 lo cruzò de nuevo a vela, con un barco de construcción propia larga 9’ y 9 » . Cuando un par de semanas más tarde el record por la travesía en barco más pequeño fue abatido, Tom serruchò su barco (que en ese momento medìa 7 ‘ y 9’ , a menos de 2,5 metros ) y partiò para recuperar el record, obteniendo el éxito a pesar de haber teido problemas con el palo.

3En 1985, movido por el espíritu patriótico, vivió en la roca de Rockall durante más de un mes tratando de ayudar a la causa de la reivindicación territorial del Reino Unido. La nacionalidad de la roca se disputa entre el Reino Unido, Irlanda, Islandia y Dinamarca, en la historia se hizieron sólo dos intentos para quedarse en la isla, así como la de McClean, por lo que es difícil incluso llegar allí. Pero obviamente, su pasión es el mar, porque de vuelta a casa decidió cruzarlo de nuevo con remos, y luego construir un barco con forma de botella de cerveza para asi encontrar màs ràpido un patrocinador (que terminó siendo una marca de té …).

La más espectacular de sus empresas, sin embargo, fue la última: Tom McClean construyò una ballena de 60 pies de hierro y planea usarla para cruzar el océano de nuevo. El barco-ballena, que por supuesto se llama Moby es casi de 8 metros de altura y tiene sólo la forma de un cachalote, incluyendo la capacidad de rociar un chorro de agua del dorso. Moby, diseñada y construida por el mismo McClean después de que algún ingeniero naval contratado para ayudar se acercó y le dijo que estaba haciendo una locura, está lista desde hace veinte años. Se hizo una prueba de conducción en torno a la costa británica en los años 90, y desde entonces espera en las Highlands escocesas a un prestamista para lidiar con el Atlántico. McClean ha decidiò equiparla con un motor eléctrico y contar con el impacto ecenogràfico que puede tener para tratar de dar un toque más «comercial» a su idea, con la esperanza de que las organizaciones como Greenpeace decidan ayudarlo. Pero mientras tanto, se queda tranquilo en las orillas del lago de Loch a proponer aventuras de todo tipo a los clientes de su centro de actividades recreativas.

4Las (hermosas)  fotos son de Luke Montgomery y fueron publicadas por Vice en un largo artículo dedicado a Tom McClean y Moby.

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