Moorsimply: el amarre nunca ha sido tan fácil

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A muchos de nuestros lectores les habrá ocurrido llegar a puerto y tener que encargarse con total autonomía del amarre de su embarcación, una operación no siempre fácil de gestionar, al menos hasta ahora porque, con la llegada de Moorsimply, las cosas podrían cambiar.

La idea es muy sencilla, un brazo mecánico capaz de pasar los dos cabos de amarre y el remolque, cuya apertura y cierre es totalmente manejable con la ayuda de un mando a distancia. Una innovación muy útil que no podíamos esperar a probar.

LA PRUEBA MOORSIMPLY

Lo probamos en la Marina di Varazze, acercándonos al muelle tanto con un barco a motor (Pardo 38) como con un velero (Grand Soleil 40), con una sola persona a bordo y sin ayuda exterior, y, sorpresa, sorpresa, el resultado nos dejó gratamente sorprendidos. 

Elijo el amarre de popa, que es el modo más cómodo y popular, pero hay que decir que Moorsimply, dependiendo de cómo esté colocado en el muelle, también se puede utilizar para amarres de proa.

Al acercarme a mi amarre acciono el mando a distancia que da vida a Moorsimply y veo que el brazo mecánico del muelle se abre, entregándome los cabos necesarios para el amarre. Lo que, traducido, significa que no tengo que saltar del barco al muelle y viceversa. Ni siquiera tengo que esperar al operario de amarre: Moorsimply también reduce a cero el tiempo de espera.

Lo único que tengo que hacer es meter la mano en la popa, alcanzar el dispositivo y los cabos ya están a mi disposición. Podemos elegir de forma autónoma el orden en que prepararlos. Personalmente, he optado por tener primero el de estribor, luego el de babor y por último el cabo de popa que, equipado con un práctico lazo, facilitará aún más su deslizamiento hasta la proa.

Cojo el primer cabo y lo ato al bolardo de estribor, tiempo técnico de la operación unos 15 segundos. Tomo el segundo, sin riesgo de que caiga al agua, y en otros 20 segundos realizo la misma operación. Sólo falta el espejo de popa, que agarro mediante la anilla prevista y llevo a proa donde giro el bolardo con el último nudo. Manos secas, sin guantes y sin pensar. 

Ya está, me he amarrado en menos de un minuto. Creo que en eso consiste Moorsimply: en hacer sencilla, autónoma y rápida una operación que en sí misma no es complicada pero que, si no contamos con ayuda, puede resultar estresante.

 

CÓMO SE FABRICA MOORSIMPLY

Moorsimply se compone de unos cuantos elementos bien pensados, que conforman este útil accesorio que nos hace autónomos en la fase de amarre.

Se fija directamente al muelle, a unos 15 cm del borde superior: una única operación con un taladro y tornillos. Una vez fijado, siempre permanecerá allí firme y estable esperándonos, y su luz nocturna ilumina y simplifica los amarres nocturnos.

MoorsimplyLa caja de acero que sujeta el motor soporta un pequeño pero funcional panel solar que almacena la energía en una batería de litio, un elemento esencial para que también pueda utilizarse sin estar conectado a la toma del muelle. Hay que decir que también dispone de una fuente de alimentación que permite cargarlo directamente de la red eléctrica, pero el modo panel solar es absolutamente cómodo y ecológico, así que me gusta mucho.

De aquí parte un elemento de unión de aluminio de tamaño variable, lo que hasta ahora he llamado «brazo», en cuyo extremo se fija el dispositivo de bloqueo del cabo, el que se coloca delante de uno al amarrar. 

Esta parte es esencial y, como he dicho antes, depende de nosotros elegir el orden de colocación de los cabos en función de nuestro amarre y de cómo nos sintamos más cómodos: como con todas las cosas, un poco de práctica es la mejor manera de hacerse con él.

 

CONCLUSIONES

Me acerqué a Moorsimply con gran curiosidad porque siempre me fascinan las novedades pero, al mismo tiempo, también llevo 15 años amarrando barcos de diversos tipos en el puerto, así que me pregunté si realmente necesitaba un accesorio de este tipo. 

Después de probarlo una y otra vez, tengo que decir que la respuesta es absolutamente sí, una vez que lo pruebas, es difícil volver atrás. La comodidad de poder hacerlo todo tú solo en el barco no tiene precio: nada de saltar en el muelle en busca de los cabos, nada de esperar ayuda desde tierra, nada de esfuerzos innecesarios. Con un clic del mando a distancia todo se vuelve sencillo, un poco como abrir el garaje en casa.

Moorsimply también ayuda a los que ya no son jóvenes o tienen algún problema físico, con este accesorio todo el mundo puede amarrar de forma autónoma y, sobre todo, con total seguridad.

¿El coste? Aproximadamente 2.500 euros, que en realidad no es mucho si pensamos en lo que cuesta reparar los daños causados por amarres algo «precipitados».

Así que, en conclusión, creo de verdad que a quienes lo prueben como yo les entusiasmará. Al fin y al cabo, ¿para qué sirve la tecnología? Para mí, para hacernos la vida más fácil, y Moorsimply es objetivamente un as en esto.

MOORSIMPLY.COM

info@moorsimply.com

 

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