Swan 95, un nuevo cisne toma el vuelo

German Frers y Nautor. La excelencia del diseñador argentino y la calidad de diseño y construcción del astillero finlandés liderado por Salvatore Ferragamo. El matrimonio, más que experimentado, no debería reservar sorpresas.

Sin embargo, como suele suceder cuando se aborda en un Swan de nueva construcción, la sensación es que se ha inventado algo aún más innovador que el barco anterior, asì se siente el visitante.

El nuevo Swan 95 no es la excepción. Probablemente la razón radica en el hecho de que la participación del armador en el diseño y la construcción de interiores es siempre muy alta y conduce a niveles de personalización muy altos. Pero en un marco general cuyas líneas son las dictadas por el astillero. En resumen, si un Swan hoy es tan diferente de un Swan de hace 20 años atràs, esto depende de la evolución que el astillero ha impreso con el estilo y no por los caprichos del cliente.

En este caso, el armador exigió que su nave fuera básicamente una embarcaciòn segura y robusta, con un alto nivel de confort a bordo. Concepto, este último, que va más allá del espacio a disposiciòn- y solo faltarìa no encontrarlos en 30 metros de barco, – a desbordarse en una infinidad de aspectos relacionados con la calidad de la madera y los muebles, la organización de habitaciones, domótica , la organización de la cubierta para quièn debe gestir el barco y para quien quiera disfrutar tanto fondeado como en en crucero y no menos importante, la calidad del casco y por lo tanto el comportamiento en el mar.

Visitamos el Swan 95 en Cannes, dirigido por su comandante, Lorenzo Giacomuzzi. Un hombre de mar en cuya sangre no fluyen los globulos del marketing sino los de la seguridad, para sì mismo, sus invitados y su tripulación. Así que antes de decirle cuanto este velero sea rápido, seguro y confortable, lo ha experimentado realmente en 5000 millas de mar navegadas en tres meses, desde la salida del astillero en Finlandia a la bahía de Cannes.

«Hemos navegado en todas las condiciones – explicó Giacomuzzi mientras nos encontrabamos en la cubierta del Swan – y los niveles de comodidad y seguridad a bordo siempre han sido altos. También es un barco rápido, muy estable y básicamente sin limites de acceso a los puertos y fondeaderos gracias a la lifting keel, que lleva el calado de 5.5 metros a 3.5″

Robusto y rígido, este barco lo es obviamente gracias al uso que se hizo del carbono con el que se han fabricado el casco y la cubierta. Esto significa un desplazamiento ligero y alto rendimiento a vela.

Y que está destinado a largos viajes en el viento, nos lo cuenta toda la cubierta y su equipamiento. Los ocho grandes cabrestantes, cuatro en cada lado, ayudan a las maniobras que alcanzan la bañera y dejan la cubierta completamente limpia.

La bañera central está diseñada para separar claramente el espacio de maniobra del que corresponde a los invitados. Quién tiene el control, puede contar con dos pantallas táctiles detrás de las ruedas, a través de las cuales controla y gestiona el barco y la navegación. El sistema de control da acceso a toda la información relacionada con el combustible, luces, alarmas, motores, agua, así como los que tienen que ver con la navegación como el viento, ángulos, velocidades, posiciones, la corriente y la deriva. Desde la estación del timonel, la gestión y el control del barco son totales.

Un aspecto que también se repite en el interior, donde a estribor de la mesa de cartas, otra pantalla táctil contiene la misma información que se recibe en la bañera. El sistema de llamadas ETA BUS y gracias a ella se puede acceder en un profundo control de todo el barco, hasta el punto de poder también comprobar cuántas veces y por cuantos segundos las bombas automáticas se activan.

Para los invitados, el espacio en cubierta y en el área de la cabina que se les asigna, es inmensa, con una gran cantidad de espacio de encimera para tomar el sol, y dos mesas de extensión que prometen cenas de lujo al aire libre.

En extrema popa, la plataforma hidráulica se sumergen y además de ser una verdadera playa privada a filo de agua, es un excelente lugar para posicionar en agua el bote auxiliar guardado en el garaje de popa.

Pueden gustar o no, especialmente teniendo en cuenta la diferencia entre estos muebles y el muy clásico que solía ser hasta hace unos años, pero el interior del exitoso Swan 95 encantan por la excelencia de la artesanía en madera. Todos los muebles, incluido el pavimento, son de roble europeo, trabajados a mano y teñidos con colores suaves y naturales.

El salón, por supuesto, es enorme, con una zona de comedor a babor està decorado con un sofá en forma de U opuesto a un sofá en forma de L en el lado de estribor. Y mientras que a atràs del sofá se encuentra la estación de navegación con las herramientas para el control total de la embarcación, en medio del salòn se encuentra el mástil de la quilla retráctil cubierta en piel.

Suntuosa y grande, la cabina del armador, se encuentra en la popa y ocupa toda la manga, mientras que las otras tres cabinas de invitados, cada una con su propio cuarto de baño, se encuentran más allá de la sala de estar, en la zona de proa, donde la izquierda se encuentra una cocina de grandes dimensiones.